La esclerosis múltiple es una enfermedad neurológica crónica que afecta principalmente a la población con edades comprendidas entre los 20 y 40 años, con una mayor incidencia de casos en mujeres.
Esta enfermedad se genera en el sistema nervioso central, afectando al cerebro y la médula espinal. Al lesionarse la mielina, que es un material graso que protege y rodea las células nerviosas, afecta la forma en que los nervios conducen los impulsos eléctricos hacia y desde el cerebro.
¿Cuáles son sus principales síntomas?
Sus principales síntomas son:
Debilidad muscular.
Alteraciones de la vista.
Sensación de hormigueo, picazón, pinchazos o entumecimiento.
Problemas de memoria y pensamiento.
Problemas de coordinación y equilibrio.
Fatiga.
Aunque no tiene cura y se desconocen sus causas, la esclerosis múltiple no es hereditaria ni es mortal. Sus síntomas se pueden controlar o hacer que el proceso sea más lento.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de esta enfermedad es determinado por una evaluación clínica al paciente, efectuada por un médico neurólogo.
Cada paciente puede experimentar síntomas distintos a otros pacientes que padecen la misma enfermedad, por eso es tan difícil de diagnosticar. De hecho, el diagnóstico se hace por descarte de otras enfermedades.